"Las familias con niños y niñas con altas capacidades están muy desamparadas, se sienten muy solas"

Marzo, 10, 2022

"Las familias con niños y niñas con altas capacidades están muy desamparadas, se sienten muy solas"

Sheldon Cooper, Lisa Simpson o la protagonista de la serie Gambito de dama, Beth Harmon, son personajes de ficción que han contribuido a la construcción de tópicos sobre las altas capacidades. En el libro El club de los Superman (Editorial UOC), disponible ahora también como audiolibro, la periodista Carmen Giró quiere desmontar los mitos sobre los niños y niñas con un coeficiente intelectual elevado o con una capacidad de aprendizaje superior a la media. Con la ayuda de varios episodios y anécdotas y el punto de vista de personas expertas, se acerca a su realidad diaria y ofrece pautas a familias y educadores para acompañarlos. Con motivo del Día de las Altas Capacidades (14 de marzo) hablamos con la autora del reportaje.

Carmen Giró, autora de El Club de los SupemanEn El club de los Superman das voz a estos niños y niñas recogiendo sus pensamientos. ¿Nos puedes explicar un par de anécdotas que te hayan llamado especialmente la atención?

Recuerdo un niño de seis años que cogió su sillita, la colocó delante de su madre y le pidió: "Mamá, explícame todo lo que sabes". Este episodio me gustó mucho, porque representa las ganas de saber de estas criaturas y que su juego preferido es aprender. Otra frase que me llamó la atención es la de una niña de cinco años que preguntaba: "¿Por qué tengo que pintar por dentro de las rayas, si yo lo que quiero saber es cómo funcionan los huesos y los músculos?". También recuerdo que en un ejercicio de clase que consistía en hacer un dibujo sobre la primavera, mientras todos sus compañeros y compañeras hacían florecitas, una niña dibujó en blanco y negro el proceso de la fotosíntesis; para ella la primavera era eso.

Después de la publicación del libro, has participado en talleres y conferencias hablando sobre las altas capacidades. ¿Cuál fue tu motivación para escribir el reportaje y seguir explorando todavía hoy en día esta cuestión?

Como periodista, para hacer mis reportajes yo hablaba con mucha gente y me di cuenta de que las familias con niños y niñas con altas capacidades están muy desamparadas, se sienten muy solas. Entendí que su realidad es un mundo desconocido y hay muchos prejuicios e ideas preconcebidas que están equivocadas. Cuando se habla de criaturas con necesidades educativas especiales, pensamos enseguida en aquellas que tienen un ritmo de aprendizaje más lento y olvidamos a menudo las que lo tienen más rápido porque solemos pensar que ya lo tienen todo hecho, que tienen superpoderes; por eso titulé el libro irónicamente El club de los Superman. La verdad es que la buena acogida que ha tenido el libro me ha dado la razón y todavía se ponen en contacto conmigo para hablar de él.

El audiolibro El Club de los supemanComo dices, El club de los Superman es un título con "trampa" porque los protagonistas del libro no son superhéroes o superheroínas. ¿Cuáles son los mitos de las altas capacidades que el reportaje puede ayudar a desmontar? 

Se suelen asociar las altas capacidades con el rendimiento académico. Es decir, si un niño o niña es superdotado, como se dice coloquialmente, tiene que sacar muy buenas notas. A veces es así, pero muchas veces tienen dificultades de aprendizaje porque piensan de un modo distinto al de sus compañeros y compañeras. Otro prejuicio es que las altas capacidades van ligadas a la depresión o la infelicidad y eso tampoco tiene por qué ser así si existe un buen acompañamiento. En contra de esta idea yo quise dar a mi libro un enfoque muy optimista y constructivo, para afrontar la diferencia desde la positividad. También, se suele pensar que estos niños y niñas traen problemas y van a lo suyo, y quizás es su respuesta hacia un sistema educativo rígido y poco flexible que no les deja hacer las cosas de otro modo y se basa en la repetición sistemática. Este alumnado lo odia porque tiene ganas de aprender e investigar cosas nuevas.  

Los niños y niñas con altas capacidades son un grupo muy heterogéneo, cada uno es diferente al otro. Ahora bien, ¿has observado características que ayuden a trazar un perfil de cómo piensan?

Una de sus características principales es el pensamiento divergente. Ante un problema, en lugar de buscar una única solución, como haría la mayoría de la gente, estos niños y niñas buscan varias. Además, tienen un pensamiento creativo, una gran capacidad de relacionar ideas que han oído en las noticias, han leído en un libro o han visto en un museo, interrelacionarlas y crear nuevas ideas. También pueden presentar disincronía, es decir, tienen diferentes edades conviviendo en sí mismos: pueden tener una edad biológica de diez años, una edad intelectual de quince y una edad emocional de ocho. Esto les genera un lío y choques en su vida cotidiana. Dependiendo del entorno que tengan en su familia o en la escuela, verán la diferencia como una cosa enriquecedora que les permite vivir y experimentar la magia del aprendizaje o como una losa que les pesa. Este modo de pensar es muy positivo si se estimula, pero, si se recibe como algo negativo, no dejamos que desarrollen su pensamiento como es debido, como personas con la armonía necesaria.

Como comentas en el libro, para ti la clave es la capacidad, e identificar las altas capacidades tiene que servir para planificar actuaciones que ayuden a desplegar el potencial de los niños y niñas. ¿Qué papel juegan la familia y la escuela?

Tienen que remar en la misma dirección, pero desafortunadamente no siempre es así. Normalmente, la familia recibe la noticia como una confirmación porque desde el principio entienden que su hijo o hija es diferente; aun así, también reaccionan con malestar y nervios porque no saben cómo afrontarla. Después de la identificación, los padres empiezan a hablar con las escuelas para adaptar el currículum a las necesidades del niño o niña, a diseñar un plan de actuación. En algunos casos les va muy bien; aun así, en otros muchos todavía el proceso es muy lento y se encuentran con muchas trabas, muros de piedra con el sistema escolar y el programa curricular: "No preguntes más", "No quieras aprender más", "Espera, espera, espera". Eso hace que los niños y niñas que empiezan la primaria con muchas ganas de aprender, a medida que se hacen mayores, se frustren porque se aburren. Acaba siendo un cóctel explosivo que afecta sobre todo a las familias y se percibe socialmente como un problema de lujo. Al mismo tiempo, el profesorado no siempre dispone de una formación sobre altas capacidades o de los recursos necesarios para una atención a la diversidad, y también se ve sobrepasado por el día a día.

En El club de los Superman incluyes un decálogo, con pautas para escuelas e institutos. Si ahora te dirigieras a un educador con un niño o una niña con altas capacidades en la clase, ¿cuál es la recomendación que le harías?

Lo primero que le diría es que lo reciba con una sonrisa en la cara y se lo plantee como una oportunidad, como un reto para enriquecer la clase; todo lo que haga para motivar a este niño o niña servirá también para motivar al resto de sus compañeros y compañeras, como un dos por uno, una cadena. También es muy importante que los educadores se informen y se dejen ayudar por los padres o por los psicólogos de las asociaciones externas.

Otra cuestión que he observado es que el mantra de la escuela suele ser que el estudiante haga primero el temario obligatorio y después ofrecerle aprendizaje extra para enriquecerse, y eso es un error garrafal. Si hacemos que hagan primero todo el trabajo repetitivo del currículum obligatorio como el resto de estudiantes, llegan al momento de la creación, del enriquecimiento, frustrados y enfadados y ya no lo quieren hacer. Se tendría que hacer el camino a la inversa: ellos tienen que aprender lo mismo que los compañeros, evidentemente, pero también hay que permitir que puedan ampliar conocimientos y profundizar, siguiendo su propio proceso de aprendizaje y con la guía de las escuelas. Una vez una madre me dijo que hasta que no se considere a los niños y niñas con altas capacidades como niños con dificultades de aprendizaje, no se avanzará.

Carmen Giró es también autora del libro Familias globales: un hogar, dos culturas, que se centra en las historias de parejas mixtas con circunstancias diversas (procedencia, edad, idioma).

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