Así era la vida en la Alhambra

Diciembre, 20, 2016

La experiencia de vivir y sentir la Alhambra del siglo XIV

Así era la vida en la Alhambra

¿Quién no ha sentido curiosidad por saber cómo vivían los habitantes de la Alhambra? 

"Así era la vida en la Alhambra" es una completa guía de los usos, costumbres y forma de interrelacionarse sus moradores con la ciudad palatina a través de la cultura nazarí, que aún hoy nos sorprende por lo avanzada de su época.

De la mano de su autora, Ana Campos, viajaremos a la Alhambra de la Edad Media para recorrer a lo largo de las seis láminas que componen la obra los lugares más emblemáticos del Conjunto Monumental: la Alcazaba, el palacio de Comares, el palacio de los Leones, los baños (hamman), el Generalife, y una vista general a la Alhambra del siglo XIV.

Con un ingenioso juego de pestañas, veremos torres y baluartes donde detectar y apreciar las transformaciones realizadas en la época cristiana, así como  descubrir el ingenioso funcionamiento de los baños mediante el hipocausto, o incluso el uso de las letrinas.

Por otra parte, sus divertidas ilustraciones nos adentran en los secretos e intimidades de las habitaciones del palacio de los Leones, en el que nos muestra sus muebles de baja altura, los revestimientos de las paredes por tapices de lana y seda en invierno,  así como la vegetación que pudo poblar el patio de Comares. 

“Así era la vida en la Alhambra” no es un simple juego educativo que a través de sus divertidas e ingeniosas láminas  ilustrativas de la Alhambra, esté dirigido sólo al público infantil, sino que va más allá captando el interés de cualquier lector, puesto que su contenido es de una gran riqueza histórica e informativa, acercándonos a los secretos de la Alhambra, la cultura nazarí y la posterior conquista cristiana.

De esta forma, con su lectura grata y educativa, “Así era la vida en la Alhambra”, editado por Ediciones Miguel Sánchez y el Patronato de la Alhambra y Generalife, se convierte en un libro indispensable en la biblioteca de todos aquellos que hemos sucumbido ante la magia del Conjunto Monumental y su entorno.