El peso narrativo en lo rural

Mayo, 14, 2025

El peso narrativo en lo rural

¿Cuánto pesa un imaginario? Parece que peso e imaginación sean dos elementos pertenecientes a mundos alejados. Materia y pensamiento, realidad y ficción, físico y etéreo. Pero no es así. Todo tiene una dimensión física o un impacto en los objetos y cosas que nos rodean. Están y estamos atados. Y esto es más claro y nítido en lo rural; en ese espacio, conforme imaginado, pero que se hace de tierra, de piedras, de madera, y por donde circulamos animales y plantas. Regate de agua, savia, sangre. Un lugar donde también se maneja la tecnología y las ondas, las máquinas y, hoy, las inteligencias otras que humanas. ¿Cuánto pesa entonces un logaritmo que decide sobre la acequia o el valor del suelo?

Las narraciones sobre la ruralidad, por tanto, pesan. Un peso en positivo cuando transforman la vida, cuando activan comunidades, cuando generan mundos posibles, cuando fortalecen lazos entre personas, animales y espacios. Una carga en negativo, cuando son estereotipos que menosprecian en el campo, pesadas imágenes del retraso o el inmovilismo, dramáticas, e incluso trágicas, ficciones que no ofrecen ninguna chispa final de esperanza o, al menos, de reivindicación o justicia.

Los relatos de los padres, abuelas y vecinos pesan, también. En la memoria, que es siempre un espacio entre los hechos que ocurrieron y el recuerdo que hemos podido rescatar. La memoria rural que siempre es colectiva, porque nadie vive aislado: siempre están los vecinos, los mercados, los animales, las plantas, los bancales que hicieron los antepasados, los campos que desaparecieron, los márgenes y las acequias antiguas. Un injerto te recuerda a papá, un utensilio de cocina un gusto perdido. La ruralidad siempre está llena, nunca está vacía. Y operan las elucubraciones, las ilusiones y las ficciones, también las utopías y los mundos posibles: éstos también pesan. Pesan porque nos hacen levantar la mirada; nos dibujan todavía una sonrisa que nos levanta de la mesa. Pesan porque nos hacen romper a cantar, sin embargo, aquella tonada que tarareaba el abuelo o la tía.

El peso narrativo en lo rural está en el centro de las transformaciones del campo. Esa narrativa es y ha estado en la literatura, en el cine, en las redes y en los medios de comunicación. El guionista del programa televisivo, la directora de la película, el periodista que cierra el reportaje, rehacen esas historias, las releen, las afinan, las proyectan. Esta conciencia del peso de lo imaginario y las narrativas fue lo que movió el  proyecto de investigación Ruralim , sobre imaginarios de lo rural. Queríamos conocer mejor sobre las innovaciones narrativas de lo rural. Hemos logrado el objetivo.

Hemos encontrado una ruralidad reubicada, nuevos imaginarios que sazonan creaciones. Están en el cine, en la literatura o en el documental audiovisual. También en las coberturas periodísticas sobre la actualidad. Opera una mediatización, sin duda, de la ruralidad, donde encontramos elaboraciones del debate en torno al despoblamiento o la transición energética, los estereotipos pétreos que no se marchan, o una mirada aún extractiva hacia el campo. Pero al lado también trabaja una nueva perspectiva de género que puede hablar desde el ecofeminismo, un diálogo que mira al futuro sin negar ni olvidar el pasado, o una reconexión con los ecosistemas, en positivo, sin embargo. De todo esto, entre otras cosas, habla el libro colectivo  Nuevos imaginarios del rural. Literatura, cine y medios en el contexto español, ,  que se puede consultar de forma abierta en la web de Publicacions URV y comprar en papel en las librerías. Ha sido un resultado que liga un proyecto que ahora termina.

Los imaginarios pesan. Podría ser una buena conclusión de todo. Pesan por mal y por bien. Pesan porque los cargamos en la mochila de historias colectivas, pesan porque harán que las realidades se muevan. El relato transforma. No es una metáfora: mueve piedras, levanta terrenos, planta árboles, cuida otras existencias. En medio, seguimos escribiendo, seguimos dibujando, seguimos cantando, seguimos contando, seguimos creando. Narrémonos. 

[Texto de Enric Castelló, coordinador de la obra, para el digital LaConca5.1]

Se puede leer y descargar el libro en el web de Publicacions URV.

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