El valor y la unión de los españoles en la Guerra de la Independencia inspiró a poetas alemanes que escribieron poesía como arma propagandística en su lucha contra Francia

Marzo, 25, 2015

Entrevista con Ingrid Cáceres Würsig y Remedios Solano Rodríguez, autoras del libro Valiente Hispania: Poesía alemana de la Guerra de la Independencia (1808-1814), publicado por la Universidad de Oviedo

El valor y la unión de los españoles en la Guerra de la Independencia inspiró a poetas alemanes que escribieron poesía como arma propagandística en su lucha contra Francia

Presentación Valiente Hispania / A.F.

En esta antología, en edición bilingüe, se ofrece al lector una treintena de poemas, inéditos en español, en los que la Guerra de la Independencia se presenta bajo distintos enfoques. La línea común viene a ser la valentía con la que es retratada la rebelión de los españoles. Entre los autores seleccionados se encuentran escritores de primera fila como Heinrich von Kleist o los hermanos Schlegel. Estos últimos, además, junto con otros como Clemens Brentano, estaban cambiando las letras germanas introduciendo en ellas las señas del Romanticismo temprano. Aparte de estos escritores se han rescatado del olvido a otros menos significativos que también quisieron contribuir con sus poemas a la caída de Napoleón.

 

P. ¿Qué aportan estos poemas a la visión conocida de la Guerra de la Independencia española?

R. Los poemas ponen de manifiesto el gran impacto que tuvo la Guerra de la Independencia en Europa, en concreto en los territorios alemanes. La Guerra de la Independencia modifica la visión que se tiene de España mostrando una imagen mucho más positiva. Los españoles se presentan como ejemplo a seguir, como pueblo unido, noble y valeroso.

 

P. Dicen ustedes que la presencia de esta rebelión es muy abundante en prosa  y muy escasa en verso. ¿Existe alguna razón por la cual estos autores sí decidieron incluir la Guerra de la Independencia española en estos poemas?

R. Lo incluyen porque España es la primera nación capaz de enfrentarse a Napoleón, y ello a pesar de la desigualdad de condiciones. España es un país pobre, con muchos menos recursos que Francia para enfrentarse a ella, y sin embargo, lo hace. España es sinónimo de valor y de unión, algo que los alemanes anhelan, pues ellos carecen de unidad política. Uno de los principales objetivos de los poemas es infundir valor a la población alemana para que apoye la guerra contra Francia.

 

P. ¿Con qué escritores nos encontramos?

R. Los hermanos Schlegel, Heinrich von Kleist, Clemens Brentano, Friedrich Rückert y Ludwig Uhland, entre otros.

 

P. ¿En qué momentos de esos seis años se escriben?

R. Se escriben principalmente poemas entre 1808 y 1809, en el contexto de la guerra entre Francia y Austria, y a partir del verano de 1812, cuando se preparaba el nuevo enfrentamiento entre Rusia y Francia, el que finalmente arrastraría al mundo germánico a romper con Napoleón. Es en esta última etapa cuando la creación poética es mayor aprovechando la libertad existente.

 

P. ¿Qué características generales presentan los textos?

R. La poesía es un arma propagandística en la lucha contra Napoleón. Se trata de poesía con un fuerte compromiso político, al servicio de Austria y Prusia (las dos grandes potencias germanas en ese momento) con el objetivo de influir en la opinión pública de los alemanes. Los medios expresivos de la poesía patriótica apelan a la emoción; son capaces de generar sentimientos colectivos como entusiasmo u odio. Los poemas tratan de cimentar el sentimiento de unidad de los alemanes recordando cuáles son sus señas de identidad. Muchos poemas se centran también en la odiada figura de Napoleón, inciden en su ambición y enumeran los crímenes y excesos cometidos por él. A la vez, como contraste, se buscan nuevos héroes entre los alemanes.

 

P. ¿Qué temas, mitos, símbolos y referencias encontramos en estas composiciones?

R. Entre los símbolos germanos encontramos numerosas referencias al Rin. El Rin es como la espina dorsal de los territorios alemanes, su principal seña de identidad. El Rin es también la frontera alemanes y franceses. Es un río atávico, símbolo de la libertad y de la vida. También se alude al pasado glorioso a través de un Hermann (Arminio) idealizado. Hermann fue el líder de los queruscos, que derrotó al militar romano Varo en la batalla del bosque de Teutoburgo. Otros héroes aclamados por sus gestas son Federico II El Grande, así como Andreas Hofer (líder de la resistencia en el Tirol) y Ferdinand von Schill, que intentó un levantamiento contra los franceses en 1809.

 

P. ¿De qué forma se alude a España?

R. A España se alude de forma idealizada, generalmente empleando el término “Hispania” que evoca la Antigüedad clásica, a la que tan aficionados eran los románticos alemanes. El término “Hispania” engloba toda la Península Ibérica. El elemento natural con el que se identifica España son los Pirineos, símbolo de inmortalidad, de inmensidad; aquí es donde Napoleón tiene que detenerse, no puede traspasar semejante cordillera.  Algunos poetas también utilizan la figura de Cervantes, autor aclamado por los románticos, que simboliza al literato y soldado, la unión de armas y letras. A través de él o de sus obras proyectan la Guerra de la Independencia.

 

P. ¿Qué otros símbolos encontramos?

R. Se trata de poesía patriótica que emplea recursos visuales y sonoros tales como banderas que ondean al viento, el ruido de las armas, instrumentos que llaman a la batalla, animales heráldicos, etc. Napoleón se presenta como ogro u demonio, frente a Wellington, el salvador de Europa. Se les compara con David y Goliat o con Leónidas y Jerjes. Hay también palabras clave que se repiten en muchos de los poemas: libertad, paz, alianza, lucha, valentía.

 

P. ¿Inspiró la mujer española a estos autores?

R. La información que se daba sobre la Guerra de la Independencia mostraba que las mujeres eran parte activa de la lucha. No se limitaban a cuidar a los heridos, sino que se alzaban también en armas. Hubo poemas que incitaban a las mujeres alemanas a apoyar la guerra, si bien intentaron que se quedaran en su papel tradicional. Hubo casos de mujeres que no quisieron ir más allá de lo que pedían los poetas y lucharon en el campo de batalla. Un ejemplo conocido es el de Elena Prochaskas, que se enroló bajo la identidad falsa de un varón y cayó bajo las balas francesas.

 

P. ¿Cómo y dónde se publicaban o difundían estos poemas? ¿A qué sectores de la población o grupos llegaban?

R. Debido a la fuerte censura en todos los territorios alemanes ocupados por Napoleón, la mayor parte de los poemas se publicó en forma de octavilla, como piezas independientes, pues de este modo no era necesario solicitar permiso de publicación. Se usaban imprentas privadas o las imprentas de los ejércitos. Se distribuían por las calles, entre los soldados y estudiantes. Muchos poemas se transmitían de forma oral, pues eran fáciles de recordar.

 

P. Ustedes son las autoras de la traducción. ¿Con qué dificultades se han encontrado?

R. La métrica alemana y la española son muy distintas. El alemán es una lengua flexiva, que suele ir acentuada en la primera sílaba y tiene una gran capacidad de síntesis. El español es una lengua analítica, con abundancia de palabras graves. Al traducir el verso alemán al español, éste suele tener 3 ó 4 sílabas más. La dificultad reside en intentar que los versos tengan una longitud similar y que se respete el ritmo y la eufonía del poema, pero manteniendo el mismo sentido. Otro obstáculo lo constituye la traslación del vocabulario, pues hay muchos términos polisémicos y otros para los que no existe equivalencia en español. Finalmente, la traducción de estos poemas exige un conocimiento histórico debido a las numerosas alusiones a personajes o sucesos de aquel momento.

 

P. ¿Podrían adelantarnos algunas  estrofas de las más simbólicas de los poemas encontrados..? 

 

«Buenos augurios», Friedrich Schlegel (1808)

 

El cruel brazo de la guerra abrazó la tierra,

mas veo de nuevo signos de esperanza,

cuán lejos queda en la noche el destino que alcanzaremos,

como tantos ríos que aún se verterán.

 

(…)

 

«Oda a Palafox», Heinrich von Kleist (1809)

 

(…)

 

Tú, héroe, que como una roca elevas tu rostro al sol

y con un pie hundido en la noche resistes el torrente de la ira,

hedionda peste escapada del infierno,

que destruye las faustas obras de seis milenios.

 

A ti te haría llegar hasta el cielo una canción, ardiente como el fuego,

a ti, ínclito, aunque tus hazañas hubiesen sido menos.

Mas lo que el Ebro ha visto no lo puede cantar ninguna lira,

y en el templo, silente, la colgaré de nuevo.

 

«El paso del Rin. Rondó de guerra», Clemens Brentano (1814)

 

(…)

 

Wellington, las olas suenan

y se mecen por ti, Albión,

para coronarte España

siembra bosques de laurel.

 

Llevamos en el corazón

una noble palabra, victoria,

donde venciste al enemigo,

victorioso en Vitoria.

 

Y bebamos jubilosos

por el sagrado ejército de España,

nunca más se hundirá el umbral,

este pueblo lucha en el altar de casa.

 

Nunca más se construirá un trono extraño

en las columnas de Hércules,

ante el peñón de Gibraltar, el escarpado,

se levanta David o Wellington.

 

Arriba en los Pirineos

busca piedras que lanzar,

y ningún gigante se le resiste,

el rival se le queda pequeño.

(…)

 

 

«Sonetos armados», Friedrich Rückert (1809)

 

9.

 

Tú, fría doncella de pecho níveo,

vamos, Rusia, suelta tu rígida falda,

que la escarcha se esparza sobre las colmenas

y ahógalas en fría nieve.

Y tú, Hispania, pastora Galatea,

saca al viento al más valiente de tus carneros

a través del arco de los Pirineos hasta cerrarlo,

y que se sacie en la pingüe hierba.

Jardín de Galia, la más floreciente Hesperia,

Elige: ¿quieres un alud de terribles copos de nieve? Te lo manda Siberia.

Elige: ¿quieres un desierto de sirocos que queman? Te lo manda Iberia.

Nieve o fuego, ¿qué eliges? Ambos secan.

 

Pie de foto. El libro se presentó anoche en el espacio UNE de la Librería Científica del CSIC. Intervinieron (de izqda. a dcha.): Agustín Coletes Blanco, catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Oviedo y coordinador del proyecto "Otras lenguas, otras armas: poesía proespañola, inglesa, portuguesa, francesa y alemana de la Guerra de la Independencia (1808-14)"; las autoras Remedios Solano Rodríguez e Ingrid Cáceres Würsig; Ana Isabel González González, directora de Publicaciones de la Universidad de Oviedo;  y Georg Pichler, presidente de la Asociación Madrileña de Germanistas  y prologuista del libro.