Una aproximación al mundo de los canteros en la Castilla medieval a través del estudio de la construcción del claustro de la catedral de Toledo.
La elevación del claustro de la catedral de Toledo y las obras que lo rodean se llevaron a cabo en uno de los periodos de mayor actividad constructiva de la cantería castellana. Pero ¿Qué sabemos de los pedreros que las edificaron? ¿Quiénes fueron estos maestros y de dónde venían? ¿Cómo se formaban? ¿Con qué materiales y medios trabajaban? ¿Cuándo y en qué condiciones lo hacían? ¿Qué señales se conservan de ellos? ¿Son útiles dichas señales para el conocimiento de la arquitectura medieval? El libro trata de responder a estas preguntas proponiendo una nueva metodología en la que, además de confrontar los documentos, producidos durante la construcción de la catedral, con el propio edificio, se incluye el estudio de los signos lapidarios identificados en el claustro. Más de 3.800 sillares marcados con la señal de un pedrero han sido georreferenciados y tratados con un Sistema de Información Geográfica. La ayuda de la geomática ha permitido analizar esta gran cantidad de datos arqueológicos, interpretarlos y proponer una serie de reflexiones e hipótesis sobre la dinámica constructiva del claustro y la organización de los talleres de pedreros.