En arquitectura la antigüedad puede ser un grado. Distinguir lo antiguo pero eterno de lo viejo y obsoleto requiere de criterio, porque admirar la turgencia de lo nuevo es muchas veces un engañoso canto de sirena. El libro 25+25 de la Universidad Francisco de Vitoria habla de ello. Y Publishers habla con Felipe Samarán, su coautor junto a Pepe Cruz y Carlos Pesqueira.