Los autores de esta antología muestran una cartografía que evoca apetitosos placeres literarios.
El Ebro despierta un montón de emociones a todo aquel que lo navega. Este río destaca por presentar unas características peculiares en su paso por Cataluña y formar parte de una tradición cultural que nos lleva hasta tiempos remotos. Recordemos que las Terres de l'Ebre aparecen en el Llibre dels feyts, la primera de las cuatro grandes crónicas catalanas. Y no sólo eso, que ya es mucho; del Ebro es, también, un río que inspira relatos y textos poéticos.
El escritor Josep-Sebastián Cid y Catalán, miembro fundador y vicepresidente primero del Instituto Ramon Muntaner, seleccionó una antología de texto–además de escribir un estudio introductorio– para configurar el enamoradizo libro que lleva por título L'Ebre, un riu literari . Se trata de una aproximación a la literatura en catalán de las Terres de l’Ebre, un tema del que Cid es especialista. El libro se inicia con un texto poético de la escritora tortosina Zoraida Burgos Matheu, que formó parte de la generación tortosina los años cincuenta junto con Manuel Pérez Bonfill y Gerard Vergés, también incluidos en esta antología. Se reúnen nombres y apodos de un buen número de autores del terruño que han sentido de cerca el alma del río.
«El riu és el fil que engalza els paisatges, embasta els textos», escribe Zoraida Burgos. Lo descubrimos a lo largo de este libro, formado por fragmentos de creaciones literarias de diecinueve escritores relacionadas con el río.
L'Ebre, un riu literari es «un itinerario desde los cafés de Mequinenza en el faro de Buda, deteniéndonos, o pasando de largo, por espacios que la palabra fija en la memoria, en una convivencia de tiempo y realidades que la literatura nos ayuda a construir ».
La geografía, los paisajes, el patrimonio, los viajes, las tragedias de la naturaleza, los colores en las imágenes, las sensaciones, el mundo agrario, los barqueros, las bandas y orquestas, y la batalla del Ebro dan una sensibilidad singular a las diversas miradas que se proyectan sobre el río caudaloso, de una belleza que se hace sentir con su acuoso rumor.
Pueblos y espacios como Miravet, Benissanet, Mequinenza y la sierra de Pàndols y Cavalls, entre otros, son referentes del imaginario del Ebro. Los autores de esta antología muestran una cartografía que evoca apetitosos placeres literarios y, por encima de todo, un amor profundo en el río Ebro.
[Texto de Josep Bosch para la revista Sonograma]