"Marie de Gournay buscaba para sus textos una lectura comprometida"

Octubre, 15, 2014

Entrevista con Montserrat Cabré y Esther Rubio, editoras del libro "Marie de Gournay. Escritos sobre la igualdad y en defensa de las mujeres", publicado por el CSIC

"Marie de Gournay buscaba para sus textos una lectura comprometida"

Presentación Marie de Gournay / A.F.

 

En este libro se presentan por primera vez en lengua castellana textos fundamentales de un debate que ha recorrido la historia del pensamiento occidental: la polémica de los sexos. En ellos, Marie de Gournay no solo vindica los deseos, necesidades y expectativas de una mujer que buscaba ser dueña de su propia vida, sino que elabora una argumentada defensa de la dignidad y de las capacidades intelectuales de las mujeres.

 

P. Marie de Gournay edita los Ensayos de Michel de Montaigne. ¿Cómo llega a convertirse en la editora de esta obra?

R. Por un deseo del propio Michel de Montaigne cuya viuda envió a Marie de Gournay una copia anotada de los Ensayos, en la que ella misma había trabajado con el autor, para que realizara una nueva edición y los publicara. Con esta primera edición póstuma, publicada en 1595 acompañada de un prólogo largo de la propia Gournay, se inicia una larga serie de sucesivas ediciones que ella realizó y supervisó a lo largo de su vida.

 

P. ¿Qué se puede destacar de su labor como editora?

R. La crítica ha valorado tanto su trabajo meticuloso y preciso como el rigor con el que lo realizaba, de modo que su edición de 1595 se considera actualmente como la más próxima a lo que Montaigne hubiera deseado. Y eso ha supuesto la restitución contemporánea de su autoridad como editora de los Ensayos.

 

P. ¿Qué supone este encargo en su vida como escritora?

R. La edición de los Ensayos favoreció sin duda el desarrollo de su carrera intelectual dada la autorización que suponía el reconocimiento de un autor de prestigio en un mundo de dominación masculina. Desde muy joven Gournay estaba resuelta a emprender una vida intelectual y antes de conocer a Montaigne y leer su obra ya había escrito una obra de ficción. El encargo posterior de la edición de aquellos le sirvió para hacer, a través de su prólogo, su presentación pública y anunciar su deseo de participar en el foro del que estaban excluidas las mujeres.