Las consecuencias de la desindustrialización en Gijón no pueden estudiarse únicamente en términos de pérdida de puestos de trabajo, ya que existen otras cicatrices menos visibles tanto para quienes sufrieron directamente los efectos de estos procesos como para las comunidades dependientes de sus empleos. Los testimonios de las personas que han trabajado el sector industrial y su capacidad para examinar críticamente el pasado ofrecen un documento de indudable valor para entender la metamorfosis de la industria gijonesa, que ha sido, en gran medida, lenta, tortuosa y agónica, ocasionando también una transformación en los valores compartidos y la cultura del trabajo. Las entrevistas realizadas para esta monografía dan fe de ese largo proceso, al tiempo que permiten conocer si los trabajos representan lo mismo para las personas que estuvieron implicadas en ellos y si la distancia temporal puede llegar a cambiar las representaciones asociadas a la pérdida de una forma de vida. Los discursos hablan del lamento y de la resignación, así como del enfado y el desconcierto que provocan la pérdida de la estabilidad y, en cierto modo, de la dignidad obrera, aflorando en ocasiones los recuerdos negativos derivados de las tensiones que ocasionó este drama colectivo.