Rehabilitación de la arquitectura tradicional rural. Estudio de los sistemas envolventes y su influencia en el paisaje
La unidad constructiva más representativa del paisaje rural del País Vasco es la vivienda tradicional rural, definida en gran medida por el caserío. Su desarrollo a lo largo de varios siglos de andadura ha conformado una imagen reconocible que se identifica con el entorno no urbanizable de la vertiente cantábrica de este territorio. Así, el caserío y el paisaje quedan irremediablemente unidos, aunque este hecho no sea excluyente de otras arquitecturas que puedan adaptarse a ese entorno.
Por ello, para el mantenimiento de ese paisaje conviene rehabilitar y reutilizar estas edificaciones características. Estas arquitecturas tienen un modo de emplazarse y una constitución que las refieren al paisaje y, por lo tanto, reutilizarlas, en vez de construir ex novo, implica el mantenimiento de una relación específica con ese paisaje que ha sido desarrollado durante siglos.
Sin embargo, estas arquitecturas están necesitadas de una actualización en cuanto a las demandas actuales se refiere. Las construcciones tradicionales no están adaptadas a las condiciones de confort y eficiencia energética que en la actualidad se consideran adecuadas y que se exigen desde la normativa. Muchos casos carecen de aislamiento en sus muros, suelos y cubierta. Por lo tanto, se hace indispensable la mejora de sus condiciones.
No obstante, para acometer estas actualizaciones, no se pueden considerar exclusivamente criterios energéticos. Deben entenderse las características propias de este paisaje y de estas arquitecturas. De ahí el objetivo de este trabajo: poner en relación la arquitectura y el paisaje.