Sale a la luz 'Traditio Catholica', libro que apela a las raíces cristianas de Europa como forma de reivindicar a Europa misma

Julio, 14, 2009

- El libro, publicado por CEU Ediciones y editado por los profesores de la Universidad CEU San Pablo, Alejandro Rodríguez de la Peña y Francisco López Atanes, recoge las actas del I Curso de Verano 'Las raíces cristianas de Europa', organizado por la ACdP

En los últimos tiempos, Europa parece verse sometida a una constante interrogación sobre sí misma. Dado que el continente europeo no constituye, desde el punto de vista geográfico, un espacio de una individualidad evidente, es claro que su configuración como entidad definida es atribuible, más que en cualquier otra región del mundo, a factores históricos y culturales.

Es decir, que si Europa es en nuestros días una realidad indiscutible, lo es porque durante centurias se ha apreciado en ella una unidad cultural. Es este reconocimiento en un sustrato de valores y tradiciones común lo que la ha hecho distinguible.

En este hondón reside la fuerza dinamizadora que el viejo continente ha tenido durante siglos. Pero también esta naturaleza cultural comporta la posibilidad de que se establezca un permanente cuestionamiento sobre Europa, lo que puede constituir una verdadera amenaza para su pervivencia si se hace desatendiendo los pilares que fundamentan la esencia europea.

Ante este riesgo, cierto y palpable en la actualidad, sale a la luz el libro ‘Traditio Católica. En torno a las raíces cristianas de Europa’. Esta obra, editada por los profesores de la Universidad CEU San Pablo, Alejandro Rodríguez de la Peña y Francisco Javier López Atanes, y publicada por CEU Ediciones, es una profundización en las bases que dan sentido a Europa y en el modo en el que éstas han tenido continuidad y han experimentado evolución a lo largo de los siglos.

En este escrutinio histórico, el fundamento de la religión cristiana emerge como auténtico aglutinador y conformador de Europa. Asimismo, la tradición es considerada por los autores de esta obra colectiva el vehículo por el cual este carácter cristiano se ha mantenido a lo largo de los tiempos, lo que permitió, a su vez, la subsistencia y consolidación de la identidad europea misma.

Al reivindicar el carácter cristiano de Europa, lo que hacen los autores es reivindicar a la propia Europa, en peligro de desnaturalización por el efecto de aquellas corrientes que aspiran a hacer de ella una nueva realidad, rompiendo para ello el vínculo con la tradición que, precisamente, ha determinado su identidad y continuidad histórica.